Miguel Alberdi / Decorador

IRMA LA DULCE”.- Esta película nos enseña cómo es un ático parisino en los suburbios de la gran ciudad, sin alfombras, ni nevera. Tampoco hay cortinas, pero que hoy adoraríamos con su papel pintado y su cama vintage. Y se nos quedó grabado esas ventanas empapeladas de papel de periódico por Lemmon, a falta de cortinas.

“ANNIE HALL”.- De una gran ciudad y sus calles, sus buhardillas, su arquitectura de fondo que acompaña a una historia, nos pasamos a otra: de París nos vamos a Nueva York . Al Nueva York de Woody Allen, ese que nos cuenta mejor que cualquier guía de viaje, qué beben, qué comen, cómo visten, por dónde transitan y cómo decoran sus casas los neoyorquinos.

“GRAN HOTEL BUDAPEST”.- Como olvidar a Wes Anderson en este repaso por aquellos largometrajes que nos enseñaron algo sobre arquitectura y diseño. En general, podríamos fijarnos en cualquiera de sus películas, aunque puede que en esta, que transcurre en un famoso Hotel europeo de entreguerras, sea de las más vistosas. Estamos ante una explosión de color, decorados imposibles, puestas en escenas teatrales y muebles vintage, vemos reminiscencias de Art Nouveau, del inglés y de las artes aplicadas japonesas, con motivos florales, sus galerías y pasajes abovedados. Todos los elementos fueron minuciosamente diseñados: desde las cajas de la pastelería Mendl’s a los uniformes de los botones.

“MOULIN ROUGE”.- Si antes hablábamos de un Paris en pequeño formato, en buhardillas, en decadencia, ahora le toca el turno a la ciudad de la luz más exuberante: “Moulin Rouge”, esa obra de arte del exceso, nos enseñó qué era de verdad el burlesque y el cabaret. Sus decorados son altamente teatrales, con un rojo pasión como color estrella que refleja el estado de los personajes, y ciertos aires de exotismo oriental.

“MARIA ANTONIETA”.- Resulta innegable que en esta película supo trasladarnos hasta un Versalles exagerado y grandilocuente. El concepto de la belleza de María Antonieta era peculiar, que funciona como un magnífico paseo por el estilo Rococó, un estilo nacido en la corte francesa que se extendió principalmente a los interiores. A partir de aquí, los muebles  quieren ser ostentosos, pero también cómodos. Con inspiración a la naturaleza, vemos muchas flores y pájaros, resulta a su vez delicado, refinado y sensual.

“EL ULTIMO EMPERADOR”.- No todo va a ser la historia occidental y sus edificios en el cine. La ciudad Perdida que nos muestra esta cinta aparece como uno de los protagonistas. El Palacio fue centro de todo acontecer, el punto donde China gobernó el mundo, cada uno de los detalles arquitectónicos y decorativos realza la espiritualidad china.

“EL RESPLANDOR” (imagen).- Otra película donde la casa en la que transcurre es la protagonista. Los espacios nos sirven para acompañar el desarrollo psicológico de la trama, no son meros decorados. Todo el mobiliario, las lámparas de araña, las ventanas, chimenea… reproducen  el interior de unos de los hoteles estadounidenses más emblemáticos. Uno de los baños que aparece en la película, uno rojo, se basa  en un diseño de los años veinte.

“CON LA MUERTE EN LOS TALONES”.-Alfred Hitchcock escogió para cada película su icono arquitectónico. Uno de ellos es la casa modernista de la montaña, que ha sido considerada unas de las mejores casas de la historia del cine. Aunque en realidad no se trata de una vivienda real, sino que fue diseñada  por los decoradores de la Metro-Goldwyn-Mayer.

Hay más ejemplos…, pero experimentarlo en la gran pantalla os resolverá alguna duda.

FIN…

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