El Getafe sigue demostrando que defensivamente es uno de los mejores equipos de La Liga. Dos goles en tres partidos y ninguno ha sido encajado en casa. Fue un partido aburrido y sin chispa donde apenas hubo ocasiones para ninguno de los dos equipos. El Getafe intentaba salir a la contra mientras que el Valladolid tuvo su mejor oportunidad tras una falta directa y una estirada salvadora de David Soria. La grada demostró su cariño a Ángel pidiéndole que no se marchara como habían avisado los últimos rumores.

Este equipo enamora a todos
Qué lección de fútbol en el Pizjuán ha dado el conjunto de Bordalás. Se adelantó Ángel ya muy temprano a pase de Jorge Molina, que se desmarcó entre líneas y el “9” la colocó al palo largo con su pierna mala. El partido fue una auténtica pesadilla para los aficionados sevillistas, ya que veían que su equipo era incapaz de llegar a puerta y crear ocasiones. Cerca de acabar el primer tiempo, Ángel rescató un balón en el área que lo empujó a la red para poner al conjunto de Nervión contra las cuerdas. El resultado fue justo para un Getafe que quiso más; mejoraba por momentos el Sevilla pero la defensa azulona estaba muy sólida. Aguantó el Geta un resultado engañoso, ya que si el Sevilla era capaz de marcar un gol, engancharían a toda la grada e irían a por el empate. Bordalás se llevó tres puntos de oro al casillero gracias al planteamiento táctico y esfuerzo de sus chicos. Los soldados de Bordalás cada día juegan mejor y se va notando en forma de puntos.

El resultado es lo de menos
Este Getafe no defrauda a pesar del resultado. Los azulones fueron más valientes que el equipo del Cholo, que calentó el partido la semana anterior debido a unas declaraciones alegando la dureza del Getafe con las faltas. Las gradas del Coliseum presentaban un aspecto inmejorable. Se rozó el lleno para ver a un equipo valiente, intentando buscar las cosquillas al vigente campeón de la Europa League. Se adelantaron los rojiblancos gracias a un tiro de Lemar al larguero, que, con muy mala suerte, rechazó el balón en la espalda de David Soria para entrar en la portería.

Lejos de venirse abajo, la afición tiró del equipo y tuvimos varias ocasiones claras para empatar. Faltaban centímetros para los disparos de Ángel y Arambarri. Después del descanso siguieron las buenas acciones de los chicos de Bordalás pero, en el minuto 60, un pase precioso de Koke, dejó en bandeja el gol de Lemar. El Getafe seguía apretando y la volvió a tener Ángel Rodríguez tras una volea que despejó Oblak. Antunes, desde la banda izquierda, hizo un centro chut que el “9” azulón no pudo empujar a puerta por muy poco. Iván Alejo, en un acto de inmadurez, le clavó los tacos a Koke y se ganó la roja directa en el ecuador de la segunda parte.

A partir de ahí, la actitud en la grada cambió. No se paró de cantar desde el fondo sur hasta el final del partido. La afición poco a poco se iba enganchando a medida que avanzaba el tiempo. La gente estaba contenta con el juego de su equipo. Se cantó a Bordalás y a cada jugador que iba entrando y saliendo del campo. También se recordó en ese ambiente de fiesta al vecino, el Leganés durante un buen rato. Cuando acabó el partido se siguió animando y el equipo lo agradeció en el medio del campo. Aquel día se demostró que la afición del Geta es diferente, que no deja solo al equipo en los malos momentos.