Partidazo por todo lo alto el que se disputó en el feudo azulón ante una muy buena entrada de aficionados. Amath puso el 1-0 antes del minuto 20. El Geta disponía de ocasiones acorralando al Girona en su contra. Nos poníamos séptimos y, por lo tanto, en posiciones para la UEL. En el 43´, Damián cayó en el juego de Stuani en un córner. Penalti y expulsión del uruguayo y empate del Girona. La segunda parte se jugó más en el medio del campo, con muchas interrupciones. El empate les servía a ambos. El equipo azulón sigue siendo séptimo y dependiendo de un pinchazo del Sevilla. A pesar de ello, temporadón de Bordalás y Machín. El sacrificio de los chicos fue reconocido por la afición, muy ilusionada con este nuevo objetivo.

La verdadera cuestión de cara al futuro es: ¿Nos interesa Europa? Está claro que el corazón de cada aficionado quiere volver a ver ese Eurogeta de hace años pero pensemos en la subida de precios de los abonos, en compaginar dos competiciones, jugar dos partidos en menos de cinco días, la buena gestión que deben hacer en fichajes con bajo presupuesto (a menos que vendamos a jugadores importantes)… Lo que está claro es que estamos muy ilusionados con este año, en parte, gracias a Don Bordalás y lo queremos acabar de la mejor manera posible.

Esfuerzo de toda la entidad azulona
Ya no hay palabras para resaltar el impresionante año del Getafe CF. Viajaban a Gran Canaria seis filiales (entre ellos algunos juveniles). Debutantes en la categoría y un once adaptado a esas doce bajas que tenían. Un partido donde hubo una ocasión clara por cada equipo pero con buena salida de balón. Un fallo defensivo de Las Palmas dejaba a Molina y Gaku habilitados para un posible pase de Molina que sería letal. Y así fue. Balón que toca Ángel, balón que acaricia la red de la portería. Un gol salvador que ilusiona a todos. Un punto de ventaja al Sevilla (con un partido menos). Y un pasito más para ver más cerca Europa. Una campaña donde resalta el esfuerzo de toda la entidad azulona, la que menos presupuesto tiene de los diez primeros. El Geta necesita un pinchazo del Sevilla y ganar al Atleti y Málaga.

Con Atleti y Málaga el Getafe dio fin a una de las campañas más ilusionantes en la historia de nuestro equipo. Perdimos la oportunidad de clasificarnos para UEL en el Coliseum. Un ambiente de los grandes, con un mosaico y un campo lleno, presagiaban una tarde inolvidable. Pero no fue así, el Atlético, innecesariamente, salió con los titulares a ganar el partido. El Geta no consiguió batir a Oblak, a pesar de los más de quince tiros. No pudo ser. Pero no era día de lamentar la derrota, sino de celebrar el trabajo durante todo el año. Cuando acabó el partido, Fayçal se echó a llorar pidiendo perdón a la grada por fallar el penalti. Pero lejos de recriminárselo, la afición dio una gran ovación a todo el equipo. Todo el estadio cantó el himno a capela, animando a los suyos tras la derrota. Qué orgullo sintió el templo azulón. Nadie reprochó nada a nadie. Y es que, perdíamos toda oportunidad de meternos en la competición europea, pero demostrábamos una vez más que somos del Getafe pase lo que pase, y siempre nos sentiremos orgullosos de nuestro equipo. No necesitaremos dinero ni títulos. No necesitaremos un estadio de cincuenta mil personas ni jugadores estrella que sean fotografiados al acercarse a un córner. Somos lo que somos, y siempre estaremos agradecidos a este equipo.

Nadie pensaba que este recién ascendido “sin afición” lograría lo que ha logrado. Esta temporada ha ido por los 2.500 hinchas llorando en el Benito Villamarín, por aquellas personas/equipos que no nos querían en Primera, por aquellos entrenadores que nos quitaban mérito, por esos periodistas que nos intentaron hundir. Volvimos más fuerte y lo hemos demostrado. Esa unión que se vivió en el campo contra los colchoneros, fue el hasta luego de esa familia azulona que pronto verá a los suyos competir de nuevo al máximo nivel. No sabemos qué pasará el año que viene. De lo que podemos estar seguros, es que no dejaremos de enorgullecernos en cada partido de nuestro Geta. El partido frente al Málaga, sin jugarnos nada, fue la despedida de Don Sergio Mora (prácticamente una leyenda en Getafe) y el cerrojo Guaita, que se echó a llorar. Gracias Bordalás por hacernos soñar de nuevo. Ya lo dice la canción: “No hay nada imposible si el orgullo es azul”.